(Bruselas, 26 de agosto de 1914 - París, 12 de febrero de 1984)
La literatura de Cortázar parte del cuestionamiento vital, cercano a los planteamientos
existencialistas, en obras de marcado carácter experimental, que lo convierten en uno de los
mayores innovadores de la lengua y la narrativa en lengua castellana. Como en Borges, sus
relatos ahondan en lo fantástico, aunque sin abandonar por ello el referente de la realidad
cotidiana, por lo que sus obras tienen siempre una deuda abierta con el surrealismo.
Para Cortázar, la realidad inmediata significa una vía de acceso a otros registros de lo real,
donde la plenitud de la vida alcanza múltiples formulaciones. De ahí que su narrativa constituya
un permanente cuestionamiento de la razón y de los esquemas convencionales de pensamiento.
El instinto, el azar, el goce de los sentidos, el humor y el juego terminan por identificarse
con la escritura, que es a su vez la formulación del existir en el mundo. Las rupturas de los
órdenes cronológico y espacial sacan al lector de su punto de vista convencional, proponiéndole
diferentes posibilidades de participación, de modo que el acto de la lectura es llamado a
completar el universo narrativo.
Cortázar implica un vuelco decisivo en nuestra narrativa y su presencia se hizo sentir a partir
de la década del 60 entre los más jóvenes.
Su producción literaria incluye:
Bestiario (1951), Final de juego (1956), Las armas secretas (1959), Los premios (1960), (novela,
continúa luego con otro libro de relatos, Historia de cronopios y de famas (1962), Rayuela
(1963), novela, Todos los fuegos, el fuego (1966), La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62
/ modelo para armar (1973), Ultimo round (1969), Casa tomada (1969).
El viaje que realiza a Cuba en los sesenta, le marca tanto que comienza su andadura política.
Apoya a líderes políticos como Fidel Castro, Salvador Allende o Carlos Fonseca Amador. Forma
parte del Tribunal Internacional Russell, que estudiaba las violaciones de Derechos Humanos en
Hispanoamérica. En su Libro de Manuel (1973), queda reflejado su compromiso político.
En los años siguientes se destacan los poemas Pameos y meopas (1971), los relatos de Octaedro
(1974) y Queremos tanto a Glenda (1980) o Un tal Lucas(1979) y Los autonautas de la cosmopista
(1983) de su obra miscelánea. Éste último fue escrito en colaboración con su esposa, Carol
Dunlop. En 1984, recibe el Premio Konex de Honor en Argentina.
Poco antes de fallecer, publica su libro de poemas Salvo el crepúsculo (1984) y los artículos
Argentina, años de alambradas culturales (1984).
En 1996, se publica póstumamente su ensayo Imagen de John Keats y en el 2009 aparece Papeles
inesperados, una obra miscelánea encontrada por su primera esposa, Aurora Bernárdez.
Etiquetas: LITERATURA, CORTÁZAR.
26/08/2012