ENTREVISTA
“…Yo tenía una pequeña neurosis, muy
desagradable, que consistía en el temor de encontrar bichos en la comida y
tenía que mirar cuidadosamente cada bocado antes de llevármelo a la boca, lo que
estropea cualquier buen almuerzo y que además crea incomodidad personal.
Escribí Circe, lo terminé y no se me cruzó por la cabeza que ese era un
problema paralelo al mío. Me di cuenta del resultado, porque después de escrito
el cuento, un buen día me encontré comiendo un puchero sin mirar lo que comía y
entonces así asocié las dos cosas y me di cuenta de que había hecho una especie
de autoterapia al volcar en el personaje todo el asco, toda la mecánica de la
presencia de los insectos en la comida…”
“…Hay en mí una especie de obsesión
por el tema del doble. Ese tema ya aparece con toda su fuerza en el cuento Lejana y es una constante que se
manifiesta en muchos momentos de mi obra, separados por años.
períodos de muchos años.
Parecería que el hombre no acepta como unidad sino que, de alguna
manera, tiene el sentimiento de que podría estar proyectado en otra entidad de
manera simultánea, una entidad que él conoce o no conoce, pero que existe.
Una vez yo me desdoblé. Fue el horror más grande de mi vida y por suerte
duró sólo unos segundos. Un día de sol como el de hoy-porque lo fantástico
sucede en condiciones muy normales y comunes- yo estaba caminando por la calle
y en un momento supe que yo mismo estaba caminando a mi lado. Algo de mi ojo
debía ver alguna cosa, porque yo, con una sensación de horror espantoso, sentí
mi desdoblamiento físico. Al mismo tiempo razonaba de manera muy lúcida; me
metí en un bar, pedí un café doble y me lo tomé de un golpe. Me quedé esperando
y de pronto comprendí que ya podía mirar, que yo ya no estaba a mi lado. El
doble, al margen de esta anécdota, es una evidencia que acepté desde niño…”
“…En alguna parte de Casa Tomada se
decía que se trataba de un “matrimonio de hermanos”, imagen que tiene bastante
que ver con la relación que ellos viven. Los dos se habían encerrado en la casa
y vivían como dos solterones. No es incesto consumado ni mucho menos, pero
existe una relación ambigua entre esos dos hermanos; eso es evidente. En el
curso de la escritura salió esa noción de “matrimonio de hermanos” que me
sorprendió cuando lo releí, pero que dejé porque me pareció perfectamente
lógica dentro de la estructura del cuento. Pero yo había sido totalmente
inconsciente de lo que escribía. Después, cuando alguien me lo hizo notar,
encontré esa interpretación y le presté más atención. Pero nunca fui consciente
al escribir el cuento, como tampoco supe jamás quién o qué tomó la casa…”
“…Lo fantástico es algo muy simple, que puede suceder en plena realidad
cotidiana, en este mediodía de sol, ahora entre tú y yo, o en el subterráneo,
mientras tú venias hacia aquí. Lo fantástico puede darse sin que haya una modificación
espectacular de las cosas. Simplemente para mí lo fantástico es la indicación
súbita de que, al margen de las leyes de la razón existen mecanismos válidos
que nuestro cerebro lógico no capta pero que de pronto aparecen y se hacen
sentir…”
“…Los animales me fascinan: el
mundo de los insectos, de los mamíferos, descubrir poco a poco afinidades y
similitudes. Me acuerdo de aquel viejo cuento mío, Circe, En que los animales seguían a una mujer, Delia,
un personaje maléfico que fabricaba bombones con cucarachas para sus novios.
Hay una relación de magia negra, absolutamente fantástica, entre los animales y
Delia.
Si se hiciera una estadística de mis libros, el porcentaje de animales
es enorme. Para empezar, mi libro se llama Bestiario . Con mucha
frecuencia además los seres humanos son vistos como animales, o son
considerados desde el ángulo animal. Hay ciertos climas que son vistos desde la
zoología. En mi territorio de lo fantástico hay una gran circulación de
animales. Creo que eso se refiere también al mundo onírico.
A mí lo que me fascina del reino animal, sobre todo en las escalas
inferiores, como la de los insectos, es el hecho de estar enfrente a algo que
vive pero en un esta de absoluta incomunicación conmigo. Siempre me obsesionó y
aún me obsesiona la imposibilidad de saber cómo es la realidad captada desde el
punto de vista animal. ¿Cómo la ven?¿Qué registran?
“…Yo pertenecía un grupo social antiperonista, que confundió el fenómeno
Juan Domingo Perón, Eva Perón y buena parte de su equipo de malandras. Ignorábamos
que con Perón se había creado la primera gran convulsión del país. Esto hoy es
clarísimo, pero entonces no pudimos verlo.
Dentro de la Argentina, los choques, la fricción, la sensación de violación que padecíamos frente a ese
desborde popular, nuestra condición de jóvenes que leíamos en varios idiomas
nos impidió entender ese fenómeno, qué pasaba, por qué. Nos molestaban muchísimo
los parlantes en las esquinas gritando “Perón Perón que grande sos”, porque se
intercalaban con los conciertos de música clásica que escuchábamos. Y muchos
nos mandamos a mudar del país.
Pero yo era incapaz de verme a í mismo en esa época. Hay un relato mío, Las puertas del cielo, que tiene que ver
con eso. Aparece ese doble mío, el doctor Hardoy, un tipo al que le gusta
acercarse a los bajos fondos, a las milongas, a los bailes populares, pero como
un antropólogo, un burgués que después vuelve a
su casa y se pega un baño. Bueno, éramos todos un poco así y lo éramos
en el plano político también…”
“…Los sueños son una de las cosas más importantes de mi vida. Dieron
origen a muchos cuentos míos también, empezando por Casa Tomada, que fue una pesadilla que viví, y escribí el cuento a
la mañana siguiente, al levantarme. Hay sueños que puedo recordar de una manera
nítida, y a otros que, aunque intento atraparlos, se me van como las nubes.
Pero los más terribles me marcan de tal manera que aún hoy no los olvidé.
Fijate que además yo tengo sueños con juegos de palabras cuando me despierto me río mucho porque
descubro que son anagramas que esconden una frase que tengo que descubrir qué
quiere decir.
La verdad es que la literatura ha
sido para mí una actividad lúdica, en el sentido que yo le doy a la palabra “juego”.
Fue siempre una actividad erótica, una forma de amor. Me ha hecho muy feliz
escribir y también sentir que alrededor de mi obra había una gran cantidad de
lectores jóvenes para quienes mis libros significaron algo…”
Fuente: Las citas han sido extraídas de reportajes
al narrador argentino Julio Cortázar (1914-1984)
Etiquetas: CORTÁZAR, LITERATURA, ENTREVISA